Hielo ártico alcanza su segundo nivel más bajo de la historia

Cada año el hielo ártico se reduce de forma natural en primavera y verano antes de volver a aumentar durante el invierno. Sin embargo, el drástico derretimiento de 2016 ha sorprendido a los científicos.

“Fue un verano tormentoso, nublado y bastante fresco”, dijo Mark Serreze, director del Centro de Datos de Hile y Nieve de EE.UU. (NSIDC), en un comunicado.

“Históricamente este tipo de condiciones climáticas ralentizan la pérdida de hielo en verano, pero aún así llegamos al segundo punto más bajo en los registros por satélite”.

De acuerdo con un nuevo informe publicado por el NSIDC y la NASA, los niveles de hielo ártico se redujeron a su nivel más bajo de este año el 10 de septiembre, donde se llegó a los 4,4 millones de kilómetros cuadrados de hielo, casi lo mismo que en septiembre de 2007.

La extensión del hielo marino más baja de la historia se registró el 17 de septiembre de 2012, cuando disminuyó a solo 3,39 millones de kilómetros cuadrados.

El hielo del Ártico es importante para mantener la temperatura del planeta, según la NASA, además de influir en la circulación de la atmósfera y el océano. Una drástica reducción del hielo marino también puede afectar el ecosistema y las comunidades del Ártico. El monitoreo del hielo marino se inició en 1978.

El doctor Jan Lieser, experto en glaciares marinos del Centro de Investigación australiano para el Clima Antártico y los Ecosistemas, dijo que existe la posibilidad de que en tres generaciones nos quedemos sin hielo marino.

“El hielo marino tiene la capacidad de reflejar una gran cantidad de radiación solar de vuelta al espacio”, dijo.

“Cuanto menos hielo hay, más calientes se volverán los océanos, lo que, a su vez, resulta en mucho menos hielo marino el invierno posterior”.

Claire Parkinson, científica y autora principal del informe, dijo que desde 1986 no ha habido un solo registro máximo de hielo marino del Ártico sino, por el contrario, hubo 75 mínimos históricos.

“El registro deja claro que el hielo no se está recuperando cuando solía hacerlo, incluso en medio del invierno”, dijo en un comunicado.

El hielo del Ártico se derritió rápidamente entre marzo y mayo de 2016, según el informe, antes de disminuir ligeramente en agosto y septiembre, cuando llegaron las bajas presiones atmosféricas y los cielos nublados.

Pero incluso esas temperaturas más bajas no contribuyeron a reducir la velocidad del deshielo. “Esto sugiere que en los próximos años, con condiciones generales más cálidas, veremos pérdidas dramáticas”, dijo Ted Scambos, científico del NSIDC en un comunicado.


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